Una horrible pesadilla

“A ver chicos, ¿quién me puede decir cuáles son todos los planetas del sistema solar?”

— *Alza la mano desesperado para ser elegido* —

“Si, tú Carlitos, dinos, ¿cómo se llaman los planetas?”

— *Se pone de pie tímidamente* —

“Mercurio – pequeñito y muy cerca del sol”

“Venus – el más caliente, como un horno encendido”

“La Tierra – donde queda mi casa”

“Marte – donde está el Curiosity”

“Júpiter – el gigantón del sistema solar”

“Saturno – con sus anillos lujosos”

“Urano – el que es azul claro como el cielo”

“Neptuno – el que es azul oscuro como el océano”

“Plutón – el mundo de hielo”

— *la maestra interrumpe* —

“No Carlitos. Plutón ya no es un planeta principal. Ahora se le conoce como “planeta enano”; una nueva clasificación para los cuerpos celestes pequeños que orbitan al Sol, pero que aún no logran limpiar sus trayectorias de otros objetos similares. Plutón entra en esa clasificación porque en ese vecindario del sistema solar hay más masa flotando libre por allí (en la forma de asteroides) que dentro de él. Hay cinco planetas enanos reconocidos actualmente: Ceres, Makemake, Haumea, Eris y Plutón. De hecho, el más grande del grupo es Eris, así que hasta ese honor le han robado al pequeñín. Incluso, hay 7 lunas más grandes que Plutón en el sistema solar (incluyendo a la nuestra), y éste contiene tanto hielo que si lo acercáramos al Sol el agua derretida le formaría una “cola”, como la de un cometa. Lo siento Carlitos, pero tu respuesta está mal. Plutón no tiene nada que hacer entre los planetas. Nada. Nada. Nada. Nada….”

— *Despierta de un grito, sudando* —

“¿Qué pasa mi amor?”

“Nada… Solo fue una pesadilla. Una horrible pesadilla.”