Tan bellas y tan maravillosas

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Según la mejor evidencia fósil, han pasado unos 3,800 millones de años desde que surgió la vida en nuestro planeta hasta el momento en el que me siento a escribir estas palabras. Fácil decirlo, aunque nos falle la imaginación al intentar visualizar la inmensa cantidad de tiempo que tal número representa. Como es de esperarse, mucho ha transcurrido en ese periodo y -tanto como la infinidad de especies que la han habitado- La Tierra misma ha venido evolucionando con el paso inclemente de las épocas; sus procesos químicos atmosféricos alterados inequívocamente por los distintos ecosistemas que se han formado en su superficie.

Una primera célula, flotando solitaria en el océano primordial, fue el inicio de esta historia -el prólogo de la vida- y por cientos de millones de años su mecanismo autoreplicante fue lo único que pobló nuestro planeta. Eventualmente, la fotosíntesis bacteriana dio lugar a una atmósfera rica en oxígeno, y los organismos multicelulares comenzaron a surgir a raudales, aprovechando la nueva fuente de energía.

La diversidad estalló en el punto azul en un abrir y cerrar de ojos geológico: en tan solo 1,000 millones de años la vida compleja conquistó cada rincón de nuestro mundo. Hace 600 millones de años ya existían animales simples arrastrándose por el lecho marino; 100 millones de años después el océano se había llenado de peces de todos los tamaños (algunos bastante intimidantes).

Hace 400 millones de años, las plantas y los insectos habían ya colonizado la tierra firme, y pronto se les unirían los anfibios (la transición entre la vida en el agua y los animales terrestres), seguidos luego de los reptiles y mamíferos – todos diversificaciones de esas mismas poblaciones, sujetas a diferentes presiones evolutivas. Ya más “cerca” de la actualidad, un grupo de reptiles comenzó a cambiar progresivamente hacia las aves modernas, y unos cuantos mamíferos se diversificaron en el grupo que ahora conocemos como “primates” – criaturas ágiles e inteligentes adaptadas a la vida en los árboles – que eventualmente dieron origen a este servidor a través de la línea “homínida”, surgida hace apenas un par de millones de años.

1463682_465784676875039_655804422_nEn todo ese tiempo, un número incontable de criaturas han hecho de La Tierra su hogar. La vida siempre ha sido un privilegio -algo por lo que hay que luchar cada día. Cada molécula de ADN contenida en un ser vivo actual fue esculpida agresivamente por la selección natural para la supervivencia -un éxito rodeado de fracasos que se perdieron en la bruma de la historia. Nosotros, los pocos privilegiados, representamos menos del 1% de todas las especies que han vivido, y que ahora yacen extintas.

Este drama de la vida y la muerte navegó su curso ciego por eones, hasta que un primer ser vivo notó lo que estaba pasando. Usando un cerebro evolucionado para entender, y armado con la curiosidad heredada de sus ancestros simiescos, finalmente, un organismo terrestre comprendió el proceso que había dado origen a la increíble diversidad del planeta – a todas esas formas “tan bellas y tan maravillosas” que adornan su superficie.

Su nombre era Charles Darwin, y hoy se cumplen 154 años desde que publicó su teoría de la evolución por selección natural, abriéndonos las puertas del pasado remoto. Ante esta perspectiva, se quedan cortas las palabras para describir la magnitud del logro que representa “El Origen de las Especies”, y el orgullo que debe despertar en cada uno de nosotros que – como él – seamos capaces de entender.

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Sin comentarios
  1. Cristina dice

    Que suerte encontrar este blog, redactas muy bien y a diferencia de otras paginas de divulgación no me resultas sensacionalista, gracias por tu trabajo, seguiré leyendo y te agrego a mis favoritos (;

    1. ApolloXI dice

      Muchas gracias Cristina. Me alegra que te guste. Seguiré escribiendo para mantener esa opinión.

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