Los humanos – que esclavizan, castran, experimentan y matan a otros animales – tienen una preferencia entendible por fingir que los animales no sienten dolor. Una distinción clave entre los humanos y los “animales” es esencial si vamos a someterlos a nuestra voluntad, hacer que trabajen para nosotros, usarlos, comerlos – sin tintes inquietantes de culpa o arrepentimiento. Sin embargo, la conducta de los otros animales hace sospechosas tales pretensiones. Simplemente, se parecen demasiado a nosotros.
Carl Sagan