Investigadores de todo el mundo han estado estudiando la información que nos baja el observatorio espacial Kepler – el sucesor del Hubble, que observa el universo desde el 2009 – y acaban de anunciar que la cantidad de estrellas que tienen sistemas planetarios había sido subestimada.
El enorme telescopio revisó un segmento del cielo que contenía alrededor de 150 mil estrellas, buscando pequeñas disminuciones en la luz que delataran la presencia de un planeta (como el tránsito de Venus de este año pasado, pero mucho más lejos y complicado). En esta muestra, alrededor del 17% de las estrellas tenía planetas rocosos en órbitas en distancias similares a la de Mercurio con respecto al Sol. Cuando expandieron la búsqueda a órbitas parecidas a la de La Tierra, encontraron que más de la mitad de las estrellas como el Sol tienen planetas rocosos en esa órbita.
Estamos hablando de decenas de miles de millones de mundos solo en nuestra galaxia, en estrellas como el sol, en órbitas similares a la nuestra.
Eso sin contar a las enanas M – estrellas más pequeñas que nuestro sol – que representan a la mayor parte del vecindario estelar. Si incluimos esos estudios, estamos hablando de cientos de miles de millones de mundos rocosos. Cantidades que fácilmente nos llevan a pensar en cuántas formas de vida, y civilizaciones, habrá observando esa misma hermosa mancha que llamamos la Vía Láctea; cada una viendo su propia estrella en las mañanas, pero compartiendo un anochecer galáctico de miles de millones de soles brillando lejos en la oscuridad.