El efecto de la gravedad sobre los cuerpos es un fenómeno bastante evidente acá en La Tierra. Por supuesto, el punto azul domina – por mucho – esta interacción desde nuestro punto de vista, causando incluso que por mucho tiempo no se nos ocurriera preguntar qué era lo que causaba que el suelo atrajera los objetos hacia él. Simplemente era natural – “todo lo que sube, tiene que bajar”, decíamos.
Esto hasta que llegó Newton con su gran idea: la fuerza que atraía a la manzana que cae del árbol era la misma que mantenía a la luna flotando alrededor de nuestro planeta. En este último ámbito – el de los astros – la gravedad es toda una danza de objetos masivos que se atraen los unos a los otros en lucha constante con la inercia de interacciones pasadas. Los sistemas solares son una muestra exquisita de ello, con millones de objetos atrapados en giro alrededor de una bola de gas brillante súper-caliente, muchas veces más masiva que cualquiera de ellos (Nuestro Sol representa el 99,98% de la masa del sistema solar).
Sin embargo, estas son las ligas menores. En el centro de nuestra galaxia habita un agujero negro súper masivo que hace que cientos de estrellas se muevan a velocidades espectaculares a su alrededor, para luego salir disparadas como enormes cometas.
La mejor herramienta que he encontrado para simular estos movimientos pueden encontrarla en este enlace:
http://www.nowykurier.com/toys/gravity/gravity.html
Allí pueden colocar distintas masas con un click, e incluso discos de material, y observar como se van acumulando progresivamente. Poco puedo decir para describir lo genial que es ver la formación de un mini sistema solar en tu computadora.
Los invito a visitar la página y descubrir la gravedad de la situación.