La cuenta de los exoplanetas (planetas en otros sistemas solares) que se han ubicado hasta el día de hoy ya pasa de los 900 – con más de 18,000 posibles candidatos adicionales. Todo esto dentro de un área no mayor a unos 300 años luz de nosotros (lo cual representa menos del 0,3% de la galaxia, así que aún no hemos visto nada). Mediante cálculos relacionados al tiempo que tardan los planetas en dar una vuelta completa a su estrella, y su masa percibida, los astrónomos pueden estimar la probabilidad de que estos mundos tan lejanos sean habitables, al menos, según nuestros estándares de temperatura y gravedad.
Su composición atmosférica resulta un tanto más difícil de deducir, ya que no se cuenta con imágenes directas de los planetas – como tenemos de los mundos en nuestro propio sistema – sino únicamente con las disminuciones periódicas en la luz de la estrella que los delatan. Por el momento, todas esas imágenes de exoplanetas que han visto por allí son representaciones artísticas basadas en las estimaciones que se consideran más probables (o deseables, en el caso de los más de 60 mil millones de planetas habitables que se estima existan en la Vía Láctea, y que siempre se dibujan con océanos y continentes).
No obstante, esta situación puede estar cerca de cambiar. Recientemente, información del Telescopio Espacial Hubble fue utilizada para aislar la luz reflejada de un exoplaneta (HD 189773b) a 63 años luz de distancia, y se pudo determinar que debe tener un tinte azul no muy distinto del que aprecian en la imagen. Luce bastante familiar, si se parece en algo a esta representación, y fácilmente nos podría llevar a pensar que hemos encontrado otra Tierra flotando en el cosmos. Desafortunadamente, también se estima que se trata de un mundo en el que los silicatos atmosféricos se condensan para formar vidrio natural, que luego es transportado por vientos de 7000 km/h. No es precisamente la clase de lluvia nutritiva que alimenta ecosistemas.
Puede que sea un punto azul entre las estrellas, pero el universo está lejos de ser tan simple. No todo lo que brilla es agua.