Sobre el autor
Bienvenido a Sobre Hombros de Gigantes, querido lector. Mi nombre es Carlos Julio Pino y seré tu anfitrión en este espacio dedicado al conocimiento. Soy ingeniero de sistemas y escritor freelance sobre temas diversos que he venido desarrollando a lo largo de mi carrera profesional. Por supuesto, mi pasión personal, y el enfoque absoluto de esta iniciativa, es aprender y dar a conocer más sobre las ciencias básicas; esas que nos permiten afrontar las interrogantes más fundamentales e intrigantes del universo, con las cuales me he sentido fascinado desde la infancia.
Por eso creé esta página en el año 2012, con la intención de compartir la apreciación profunda que siento por el proceso de la ciencia, los valores del intelecto, y los resultados de su aplicación disciplinada y honesta para iluminar los misterios del cosmos. Existe porque estoy plenamente convencido de que el pensamiento científico, incierto pero firme y siempre al servicio de la evidencia, representa mucho más que un método de investigación: es la manera adecuada de entender la realidad. Es un escudo contra quienes quisieran aprovechar nuestra ignorancia para engañarnos, y un vehículo para visualizar y alcanzar metas cada vez más ambiciosas. También es un medio para entender y valorar nuestro hogar en el espacio, nuestra historia, y las relaciones maravillosas que enlazan a todos los seres humanos con las otras formas de vida que comparten este diminuto planeta.
Dicho de forma resumida y elegante por Carl Sagan –a quien debo buena parte de mi pensamiento– la ciencia es una luz en la oscuridad, tan esencial y preciada como es frágil y delicada, susceptible a apagarse y devolvernos a la terrible oscuridad de la ignorancia. Por eso, depende de nosotros sacarle el mayor provecho posible, mientras la protegemos de quienes aún no entienden su valor, o de aquellos que se verían perjudicados por la comprensión que ella nos permite.
Juntos, estoy seguro, podremos iluminar hasta el más recóndito de los rincones, y las más lejana de las mentes.
Naturalismo vs. Creacionismo
A riesgo de exponer lo que de seguro es evidente para quienes me hayan leído por algún tiempo, una de las principales conclusiones a las que he llegado al analizar la evidencia que el universo provee, en todas sus escalas, es que muy probablemente no existe una inteligencia creadora. La naturaleza y sus reglas son efectivamente todo lo que opera en el cosmos, con patrones ininterrumpidos en el tiempo, sin componentes supernaturales ocultándose tras bambalinas. Así, sin dioses o demonios, fantasmas o duendes que puedan intervenir en nuestros asuntos, los humanos encontramos que somos los únicos responsables de nuestro devenir y destino, custodios del planeta que nos vio despertar a la consciencia, y guardianes de la vida que hace su hogar en él.
Ser ateo es aceptar que estamos solos en el universo, desprovistos de un dictador celestial que nos haga llegar instrucciones, y que eso está bien. La supervivencia es un reto y el caos es la regla en lugar de la excepción, pero si somos disciplinados, honestos y visionarios, encontraremos que este conocimiento empodera mucho más de lo que intimida. Podemos diseñar una sociedad más amable y humana, donde cada individuo tenga la oportunidad de perseguir su propia felicidad, sin estar atados a las reglas “sagradas” del pasado. Si encontramos el coraje para hacerlo, podremos dejar las supersticiones atrás y ver valientemente hacia el futuro.
Aunque no es el enfoque de esta iniciativa, este es un tema que definitivamente importa, con implicaciones capitales en la forma en la que nos vemos nosotros mismos y elegimos vivir nuestras vidas. Por eso participo con toda la frecuencia que puedo permitirme en proyectos dirigidos a difundir sus implicaciones, como el pasado 2do Congreso Mexicano de Ateísmo en el que tuve la oportunidad de hacer una ponencia. Allí, discutí en mayor detalle por qué considero que la evidencia científica moderna es incompatible con la creencia religiosa, y lo que podemos hacer al respecto.
En caso de que se presente la oportunidad de hablar nuevamente de este u otros temas relacionados con la divulgación de la ciencia, me aseguraré de colocar por aquí los enlaces para que puedan verlos y emitir sus comentarios.
Como siempre, amigos, gracias por leer y participar.