A los seres humanos nos encanta identificar patrones que le otorgan “intención” a los fenómenos naturales. Es una de las claves de nuestra supervivencia (vegetación moviéndose = tigre esperándome). Es por ello que todas las culturas han asignado significado a las estrellas en la forma de dioses o demonios que observan nuestro planeta con planes de interferir en nuestros asuntos — normalmente embarazando a nuestras vírgenes.
En la actualidad, aún hay millones de personas que creen con fervor, sin la más mínima evidencia a favor y a pesar de una tonelada de evidencia en contra, que la posición de las estrellas juega un rol en su próxima entrevista de trabajo, o la cita de esta noche (porque las estrellas realmente necesitan el calor de tu vida sexual para seguir fusionando hidrógeno en elementos pesados).
El universo es increíblemente vasto, así que si lo que queremos es buscar mensajes en él, les puedo asegurar que los encontraremos. Por ejemplo, este trío de galaxias (Arp 194) está colisionando a 600 millones de años-luz de nosotros, formando un signo de interrogación claramente reconocible.
Para mí, es la manera del universo de decirnos que cuestionemos todo. La duda es la madre del conocimiento
